Si bien es cierto el lunes me quedé dormido, en realidad había dormido sólo 4 horas, por lo que mi día completo de computador, más las clases de chino mandarín me dejaron agotadísimo. Así las cosas, el martes dormí 5 horas, pensando que la hora adicional sería beneficiosa pero andaba con un sueño terribe. Nuevamente un día de puro computador, pero por ir a sacarle pica a J. y D. casi a las 21 horas, me entusiasmé con unas pruebas computacionales y me quedé en la U hasta las 22:30 cuando ya ni micros existen. (En Sta. María) Las pocas horas de sueño, el exceso de computador, y más encima la mala idea de leer en la micro, trajeron como consecuencia que mi vista no dió más y la noche del martes prácticamente no podía mantener el ojo derecho abierto porque me dolía demasiado. Asustado, pensé que además del problema en la vista, que vengo acarreando hace meses por culpa del computador, las pocas horas de sueño tenían la culpa. Para solucionarlo dormí más de 10 horas y al levantarme esta mañ...