Iniciando el hábito del club de las 5 AM: día 34, martes

 Ayer fue un día interesante. Logré una pequeña victoria al arreglar mi auto que tenía los vidrios rotos y la sensación de triunfo al respecto fue genial. Además, tuve conversaciones de mucho valor con otras personas. Un buen amigo, me dijo por ejemplo, que por ser el día de cumpleaños de mi señora, me dedicara a ella, que recordara mi comportamiento cuando la conquisté e intenté hacer algo al respecto. Los resultados fueron extraños, pero al menos lo intenté y tuve que recurrir al máximo a mis nuevas habilidades de auto control para no ofuscarme ante una reacción no muy agradable que ella tuvo cuando le cantamos el cumpleaños feliz, ya que rechazó la torta y no quizo apagar las velas ni celebrar.

Fue algo totalmente imprevisto, pero imagino que puede tener que ver también con algún sentimiento de ella con respecto a la fecha y además con no estar cerca de sus padres que significan harto para ella. De todas formas, en un minuto de iluminación y auto control máximo, decidí entregarle igual una linda tarjeta que escribimos de puño y letra con las niñas, y aunque no la quiso leer, sentí que cumplimos al entregársela y sobre todo al no renunciar a nuestra intención de regalársela, a pesar de que las buenas palabras que iban dirigidas hacia ella en el texto, se sentían bien lejanas por su reacción negativa hacia nosotros como familia.

Finalmente, comió torta, participó de la celebración, leyó su tarjeta, la agradeció y cambió su estado de ánimo. Yo en cambio, seguía muy triste y molesto por su reacción pero seguí trabajando en mi autocontrol y me dediqué a reaccionar de la forma más imparcial que pude. Ayudé a retirar la mesa y me fui a mi dormitorio a leer y dormir sin decir nada malo. Hoy escribiendo estas líneas, comprendo un poco más su reacción y recuerdo que no es primera vez que en una fecha significativa ella pierde el auto control, se molesta y todo termina mal. Esta vez, no terminó tan mal porque elegí no reaccionar, y aunque pude hacer algo mejor creo que hice lo que estuvo a mi alcance en ese minuto.

Otra conversación interesante tuvo que ver con una mini auto evaluación de cómo ha ido este hábito de levantarse temprano. En este minuto miro por la ventana cómo sale el sol y cómo nuevamente le hemos ganado al amanecer. A veces parece que la gente espera que le diga que no ha tenido resultados este nuevo hábito y yo muy convencido me apresuro a buscar efectos positivos. Pero en medio de eso, me recordaron que al llevar 33 días (eso fue ayer) ya iba exactamente en la mitad de los 66 días que me propuse para que el hábito se haga automático. La verdad, es que si bien es cierto me parece atractivo llegar al día 66, lo veo solo como un registro porque tengo interés en seguir más allá. Mi meta es en un año completo, alcanzar la libertad financiera y lograr establecer una rutina saludable que me permita vivir mejor el resto de mi vida, tanto en términos de salud, como en términos espirituales.

Así comienza mi día 34, fecha en la cual tengo como compromiso asistir a la entrega de diplomas de título de mis estudiantes de Ingeniería en Informática. Una ceremonia muy relevante, que corona en gran parte lo que hacemos en nuestro trabajo y que sobre todo, representa un triunfo para las familias que asisten. Es una de las cosas más bonitas de mi trabajo, aunque en la previa no me agrade mucho todo lo que conlleva el traje, los traslados y el protocolo, pero una vez en el acto, es muy gratificante. Creo que esta, y la actividad inicial del año donde debo brindar una charla a quienes ingresan a la carrera, son dos de las actividades que más me gustan en mi trabajo y de las cuales me siento muy orgulloso.

Una de mis metas para 2024, es precisamente, hacer una bienvenida más preparada que la del año 2023. Tengo una buena habilidad para hacer presentaciones, cuando las preparo, pero este año que termina, por una u otra razón, no preparé mucho la charla y me confié en mi experiencia previa y en los casi 10 años que llevo realizando esta actividad una y otra vez. Mi meta este 2024, es hacerlo un poco mejor, y para ello estoy intentando leer un libro sobre cómo hablar en público, algo que hago hace 10 años de una u otra manera, pero que creo podría mejorar aún más.

Así que terminando estas letras, me voy a mis próximos 20 minutos de estudio, que dedicaré a la lectura de dicho tema. Un abrazo, si llegaste hasta acá y que tengas un lindo día.

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