Iniciando el hábito del club de las 5 AM: día 9

 Ayer fue un día extraño. Iniciamos mal porque mi señora estaba estresada y cuando se estresa reta y critica a todo el mundo a diesta y siniestra con cero control de las emociones. Eso significó que todos partimos un poco molestos aunque traté de controlar lo que más pude mis reacciones. El resto del día transcurrió regularmente aunque ya siento el rigor de querer hacer las cosas que no me gustan y terminarlas de inmediato, como si se estuviera convirtiendo en una nueva forma de hacer las cosas. De igual manera, luego de estar súper concentrado en una sola tarea, miré mis mensajes en el celular y una hora atrás un colega me había pedido de improviso que preparara una presentación de último minuto para exponer, en lo que consideré también que era una tarea más suya que mía por el nivel de cargo. Así que simplemente le manifesté que yo estaba ocupado (igual que el) y que era muy encima la pedida.

La verdad es que podría haber dejado de lado mis tareas y preparar algo, pero pensé distinto, pensé en priorizar mis acciones sobre las de otro y percibí que estaban delegando en mí algo que no era mi prioridad en ese minuto así que opté por rechazar la tarea, al menos en ese minuto. Finalmente nadie presentó y ni siquiera fue necesario, y al rato encontré otras tareas urgentes propias que resolver.

Por la tarde, después de almuerzo, mi productividad baja mucho. Me da sueño y caigo fácilmente en distracciones u otras tentaciones. Aunque no es bueno, al menos hasta el almuerzo soy más productivo así que vamos de a poco mejorando. Por la tarde aproveché de hacer un video corto con instrucciones para mis estudiantes, el cual sorprendentemente tuvo muy buen alcance en otras redes sociales y no en la original que yo estaba impulsando. Eso me animó a iniciar un nuevo desafío, que consiste en publicar un video de un minuto diario, sobre algún tema. Esto último también prendió un poco. Quizás sea la oportunidad de compartir con los demás este desafío de las 5 AM.

Al principio contaba sobre mi señora y su mal inicio. Resulta que terminó el día súper bien, al menos para mí. Por alguna razón desconocida, encontró un video en directo sobre una persona que enseña a hacer flores y eventos con flores. A ella le llama mucho la atención ese tema y tiene el sueño de independizarse y establecer un negocio al respecto. La presentadora, la verdad es que vendió humo toda la emisión, o no se si es humo, pero al menos se dedicó a vender su imagen y su curso que aún ni iniciaba. Dio pocos tips sobre el negocio pero mi señora los anotó en un cuaderno, y luego, con mucho sueño, se fue a dormir alrededor de las 21 horas, arrastrándonos a todos los demás en esa tarea. (Excelente para mí que tenía esa misión personal de acostarme temprano.)

Me encantó que quiera investigar y aprender a poner su negocio y espero que siga así. Lo curioso, es que la emprendedora repetía los mismos ejemplos que yo acababa de escuchar en un audiolibro de Tony Robins, y los mismos que repite otra emprendedora a la que estoy escuchando harto, Coral Mujaes, pero esta última tiene el mérito que siempre cita a Tony, cosa que la que escuché ayer y que no recuerdo el nombre, no hacía. También me doy cuenta en este minuto que Coral repite su propio nombre una y otra vez, estableciendo una recordación de marca importante, al igual que lo hace Robins en su libro si no me equivoco. Por lo que me quedo con dos conclusiones, la primera, es que es mejor citar a los autores cuando tengas una frase de ellos, y por lo tanto un buen consejo es llevar un espacio de notas de frases de terceros citando a su autor, y la segunda es que es bueno auto nombrarse en los discursos lo que más se pueda, para que a la gente se le vaya grabando tu marca personal.

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