Iniciando el hábito del club de las 5 AM: día 6 (Sábado)
Hoy pasó algo inesperado. Me levanté a las 5:10 pero sin la alarma del despertador. Fue curioso, porque al igual que en algunas noches previas, desperté a mitad del sueño un par de veces. La segunda vez que desperté miré la hora preocupado pensando en que me había quedado dormido y vi que eran las 3 AM por lo que me alegré de que aún me quedaran un par de horas para dormir. En la tercera ocasión que desperté, miré la hora y eran exactamente las 5:10. Hora de levantarse aunque fuera sábado.
Mi problemática pasa porque ayer viernes, no pude dormir temprano ni alejarme de la pantalla. No fue por causa mía directamente, sino porque mi señora estaba haciendo una tarea para sus estudios y me pidió un poco de ayuda con eso en algunos temas puntuales. Eso significó que tuve que usar su computador hasta casi las 22 horas, fecha límite que tengo impuesta para dormir y alcanzar a estar unas 7 horas descansando. Sin embargo, quizás por hábito, terminé ordenando un poco la cocina y recién ahí me fui a acostar, tal vez serían cerca de las 23 horas, no lo recuerdo bien.
En fin, ya estamos de nuevo acá, un poco contento porque podré dedicar algunas horas de la mañana a pensar o preparar algún negocio o alguna actividad personal y no de la oficina. Debo reconocer que fue difícil el inicio. La tentación a seguir durmiendo o a variar la rutina, por ser día sábado fue grande. Como hoy no tengo que ponerme camisa y pantalón de tela, ni tampoco debo ir a la oficina, me daban ganas de volver a la cama y seguir durmiendo. Anoche incluso pensaba en variar el horario y partir directamente a las 6 AM y no a las 5. Finalmente intenté mantener la rutina igual que de lunes a viernes aunque habrá una gran diferencia. Habitualmente alrededor de las 7, mis niñas se levantan (tengo 3 en edad escolar) y en ese horario ayudo a que tomen desayuno e iniciamos el día. Hoy probablemente duerman un par de horas más ya que no tienen clases y eso podría sumar un rato de tiempo extra para mí. Veremos cómo nos va.
Sobre los conceptos que rodearon mi día ayer, quisiera contar que vi una entrevista a un alto directivo de una línea aérea regional, que contaba cómo fue su historia desde que estaba estudiando hasta la actualidad. De su mensaje, me llegó que el se planteaba objetivos grandes a largo plazo y los lograba. La verdad es que en la empresa te plantean que los objetivos deben ser alcanzables y ahí uno se pone límites y techos que ayer me hicieron un poco dudar. Al mismo tiempo, tanto mi hermana como una colega, recibieron el mismo día su casa nueva, en el mismo barrio. Casas que para mi realidad actual son imposibles, y para ellas fueron difíciles de conseguir por diversas razones parecidas, pero lo lograron. Se propusieron hace un par de años el objetivo y lograron su segunda vivienda a pesar de que tenían una bastante buena. Yo ayer ni siquiera tenía dinero para pagar la cuenta del gas. Un contraste que me angustió, ya que por un lado me alegra inmensamente lo conseguido por los demás, pero por otra parte me golpea mi realidad, la que no es nueva pero me cuesta entender cómo he llegado a este punto (que no es primera vez que me pasa en los últimos 14 o 15 años) Pero terminé el día, primero contento por los demás o intentando estarlo, pero también contento de que ese es un ejemplo cercano de que los objetivos grandes se pueden alcanzar, tal como lo vi en el video del ejecutivo importante y que debo seguir intentando cambiar mis hábitos o algo en mí, para lograr los objetivos de mi familia.
Golpeado por la necesidad inmediata de dinero, subí a las redes un par de objetos que quiero vender y busqué como tema de estudio para mi final del día, el cómo aprender a vender. Me encontré con un video de una mujer que dice haber sido alcoholica toda su vida, drogradicta también y que supuestamente ahora es millonaria. A ratos encontré un poco vende humo el discurso pero de todo lo que dice hay algo que me llamó la atención y que he ido comprobando. Es que la mente se fortalece con el ejercicio o con el objetivo claro y la fuerza de voluntad es finita y se va gastando durante el día, por lo que si tenemos claro el objetivo en nuestra mente, es eso lo que nos puede ayudar a seguir luchando por el hábito. Suena lógico y ya conocido, pero es interesante cuando lo estás intentando de implementar más allá de la teoría. A medida que hago ejercicio todas las mañanas, durante el resto del día me duele el cuerpo pero voy desarrollando mentalmente una resistencia a hacer tareas o actividades aunque me duela todo, aunque me den ganas de no hacerla, aunque sean tareas no tan de mi agrado, y eso es entretenido porque es como un músculo mental que se va fortaleciendo y se siente bien al minuto de completar actividades que uno pensaba tal vez no alcanzaría a lograr en el día.
Me quedé con el concepto de que además del objetivo grande, hay que encontrar un "vehículo" para llegar al destino. En el caso del ejecutivo su vehículo fue primero encontrar trabajo en una empresa que le pagara un MBA en el exterior, y luego fue ese mismo MBA el que le permitió tener un trabajo top. En el caso de la emprendedora, su vehículo son las ventas en línea, específicamente los info productos, donde indica que se gana mucho dinero. Son 2 vehículos interesantes, por un lado el mundo corporativo, académico y con un trabajo con un sueldo fijo, y por otro, el emprendimiento en línea con un ingreso más incierto pero supuestamente atractivo. Quizás ambos sean extremos, pero me quedo en estas líneas con el concepto de vehículo que me parece relevante.
A principios de este año, invertí en una máquina de corte de papel, convencido de que ganaría mucho dinero con ella y no he ganado ni un solo peso, solo más deudas, aunque he aprendido a usarla y he realizado algunas cosas para la familia. En ese instante, el vehículo que me sugería mi señora era vender algunos productos como tazas y poleras, que individualmente rentan poco y son un vehículo tal vez lento para obtener ingresos y yo en cierta forma me daba cuenta de eso y por ello tal vez, no lo desarrollé intensamente. No estaba tan convencido aunque dediqué algunos días y fines de semana a aprender la técnica y hasta intenté vender algunos productos sin resultado. Ahora que pienso en el tema del vehículo que nos permita obtener mayores ingresos, me quedo más tranquilo y con la tarea de pensar en uno que me sirva. Años atrás hice desarrollo de sitio web y me ayudó harto, incluso me llevó en parte a donde estoy hoy trabajando por la experiencia conseguida en el tema tecnológico.
Hoy estoy en ese punto en que pienso en dedicarme al desarrollo de aplicaciones nuevamente, o al tema de los info productos. Después de todo, en lo formal llevo ya 10 años en el negocio de la educación y podría capitalizar aquello. Ojalá encuentre el camino, por ahora seguiré con este hábito de las 5 AM todo lo que me sea posible y espero seguir contando acá al respecto para mi yo futuro o para quien quiera leerlo.
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