Iniciando el hábito de las 5 AM día 3

 Hoy dormí un poco mejor y me costó un poco menos incorporarme a las 5. Quizás llegar a mantener el tercer día sea un pequeño triunfo, considerando que ayer jugamos futbolito con los compañeros de oficina en un torneo interno y eso ha significado que mi cuerpo amaneció bastante adolorido. Pero lo logramos, al menos hasta ahora.

Tengo a ratos una angustia grande ya que como algunos saben, tengo algunas deudas importante que no he podido cubrir, y aunque en los dos días anteriores no lo había mencionado, aquello es parte clave de la motivación interna que tengo por generar un cambio personal fuerte.

Soy un convencido de que estos días estoy trabajando duro en ello, y ya llevo un rato incorporando cambios en mis hábitos, tal como les comenté en los 9 hábitos que he ido incorporando durante este año, pero a veces la angustia me embarga y anoche mi señora me dijo que no le encontraba mucho sentido a esto de levantarse a las 5, si de todas formas estaba volviendo de la oficina igual de tarde que siempre.

En su minuto lo tomé como un obstáculo, pensando en que tal vez comience a oponerse a este nuevo hábito, cosa que por ahora no hace mucho aún. Sin embargo, ahora con la mente más fresca, pienso que también es una manera de ponerme una nueva meta o de decirme que una de las cosas que a ella le gustaría ver, es que comience a volver a casa de la oficina más temprano de forma constante y no esporádicamente como lo hago hoy.

El lunes, por ejemplo, primer día en el club de las 5 AM, a pesar de avanzar lo más posible en mis tareas del trabajo, me entretuve a última hora conversando con uno de mis profesores, sobre temas actuales y futuros de nuestra labor. Me hubiese quedado varias horas más porque nos habíamos puesto bien creativos y hablábamos sobre una actividad hito que desarrollamos habitualmente en el mes de junio. (Estamos en noviembre). Quizás, mirando hacia el pasado, debí ser más estricto con el horario y acabar la conversación a las 18:15 que es la hora convenida con el jefe para salir del trabajo. Espero tenerlo presente.

Hoy miércoles las cosas no se ven tan favorables con respecto al horario de la casa, ya que tenemos reunión de apoderados a las 18 horas en el colegio de nuestra hija mayor. En teoría debo acudir yo, pero quizás sea óptimo que vayamos los dos. Espero ver cómo avanza el día para ver quién se anima a asistir y cómo va mi rutina laboral. Al menos en el calendario ya tengo agendado en mi caso salir antes de la oficina para ir a la reunión.

Es increíble cómo se nos van los minutos y el tiempo cuando estamos abocados a alguna actividad. Acabo de mirar la hora y ya llevo casi diez minutos acá, de los veinte que debería tomar escribir un diario o meditar. ¿Por qué 20? Porque he seguido leyendo (mejor dicho escuchando el audiolibro) "El club de las 5 AM" y parte del marco de trabajo propuesto, es que además de levantarse temprano, el día debe comenzar con una primera hora dividida en tres bloques de 20 minutos. Los primeros 20 para hacer ejercicio, los siguientes 20 para meditar y reflexionar con uno mismo (y ahí cabe lo de escribir) y los últimos 20 para escuchar podcast, estudiar o leer un libro siempre enfocado en adquirir nuevas habilidades y crecer en lo personal. Hay que evitar dedicar esa primera hora a los artefactos tecnológicos, principalmente redes sociales, distracciones o sobre todo, a pensar en el trabajo.

Lo habitual cuando uno despierta temprano y no tiene organizada la rutina de los tres veinte, sería incorporarse y comenzar a trabajar inmediatamente. Esto, si bien podría traer beneficios en avanzar en las tareas de la oficina, puede ser un beneficio a corto plazo, ya que el sentido de la primera hora de la rutina es tener tiempo para uno mismo y preparar nuestra mente y nuestro cuerpo para tener un día completo productivo.

La teoría plantea que en los primeros 20 minutos de ejercicio, se generan cambios a nivel físico que son beneficiosos para nuestro cerebro y nuestro organismo. Digamos que todos sabemos y damos por descontado que hacer un poco de ejercicio cada día es positivo. Hoy me costó un poco más este punto, ya que si bien es cierto el primer día aún no manejaba bien el tema de los 20, igual hice un poco de ejercicio moderado, el segundo día ya más conciente hice también ejercicio moderado, pero hoy tuve que agregarle un poco de intensidad porque para que el efecto sea mayor, el cuerpo debe sudar o debe ser intenso el movimiento. Los primeros días mi objetivo fue despertar y lo logré, ahora el objetivo pasa a ser, además de despertar, generar efectos positivos en el organismo. Creo que de todas formas lo mejor es ir poco a poco y ver qué pasa. Pequeños pasos, nos permiten avanzar y la constancia es la clave.

Otro punto, y por eso me atreví a publicar un poco sobre mi angustia, es que escuchaba en el audiolibro, que es bueno escribir sobre lo malo que nos pasa y no guardarnos tanto aquello. Sin irse al extremo, porque todos los extremos son malos, a medida que uno exterioriza sus dolores, los va "sacando" del cuerpo en cierta forma, al menos eso entendí. Por ello quise comentar un poco sobre esta angustia que se me viene, sobre todo en semanas y quizás meses que ya llevo, donde no estoy llegando a fin de mes como quisiera y aunque no veo la solución, mi esperanza y fe es que lo voy a lograr.

Por lo anterior, una de mis tareas, además de volverme más productivo, es lograr concretar o retomar segundos ingresos. Lo hice años atrás de diversas formas y lo dejé por varios años pero nuevamente se hace necesario. Claro está, que es mejor ordenarse y ahorrar, cosa que también ya estamos haciendo por la urgencia, pero ayudaría mucho más si logro un ingreso adicional.

Ahí la misión es ver en qué puedo ayudar a los demas obteniendo valor monetario a cambio. Una de las cosas que me angustia a veces, es pensar que se hacer varias cosas que no muchos dominan, pero me ha costado concretar eso en mayores ingresos económicos. Esperemos que con la mejora en mi productividad personal, eso también vaya llegando,

Un abrazo y gracias por llegar hasta aquí. Si algún día mis hijas leen esto, quiero que sepan que las amo mucho. La misión de hoy, es decírselos en persona también. Mañana espero contarles cómo me fue.