Iniciando el hábito de las 5 AM día 2

 Hoy me costó un poco más que ayer levantarme a las 5 AM, aunque me puse de pie inmediatamente. La verdad es que el primer día, entre que sonó la alarma y me paré de la cama pudieron haber pasado unos 10 minutos, pero hoy, siguiendo los consejos del libro que estoy leyendo sobre el tema, antes de que mis pensamientos me trataran de mantener durmiendo unos minutos más, me incorporé de golpe y me puse de pie lo antes posible.

Recordando que un hábito puede ser difícil al comienzo, comencé mi rutina de ejercicios con mi propio cuerpo. Primero hago 20 sentadillas lentamente, porque no nos queremos lesionar iniciando esta cruzada. Luego le voy agrengando 20 repeticiones de algunos ejercicios sencillos y poco a poco me voy despertando. Finalmente me doy una ducha con agua fría y a alrededor de las 5:30 ya estoy vestido en la cocina preparando el agua para el primer te de la mañana.

Una de las recomendaciones del club de las 5AM, es dividir la primera hora del dia, entre 5 y 6 AM, en tres bloques de 20 minutos. El primero es hacer ejercicio y moverse, imagino que para que la mente no tenga tiempo de disuadirte de volver a la cama. Hoy por ejemplo además de lo ya explicado, saqué al patio y al jardín de mi casa a mis 2 perritos, para que hicieran sus primeras necesidades. Curiosamente hoy están mucho más activos que ayer que apenas me observaron y continuaron durmiendo. Hoy ya están peleando y jugando a mi lado con la mayor de sus energías.

Luego, se vienen los próximos 20 minutos para meditar, dar gracias y escribir. Es en este espacio donde estoy aprovechando estas líneas. Ayer por ejemplo, me sirvió mucho para darme cuenta de los 9 hábitos que he ido incorporando en mi rutina desde hace ya varios meses. Al respecto, hoy tengo como novedad que luego de muchos días, por fin la pesa marcó unos 500 gramos menos que el día anterior. Esto no me pasaba hace tiempo y pienso que pudo haber influido que ayer tomé muchísima agua. Cada vez que iba al baño a orinar, tomaba nuevamente agua y eso se convirtió en un ciclo de alrededor de una hora o tal vez menos que repetí hasta la hroa del almuerzo. Por la tarde me quise dar un descanso y seguí tomando agua pero con más normalidad, es decir, puse una botella de medio litro en mi escritorio y la fui tomando de a poco hasta que terminé la jornada laboral.

Por la noche de ayer, consumí un solo pan, al igual que al desayuno, y hasta estuve conversando un rato con mi señora sobre estas rutinas y sobre algunas ideas de negocio que queremos implementar. Una de las motivaciones para llevar a cabo este método, además de la salud, es que estoy pasando por apuros financieros y estoy convencido que independiente del momento, eso es consecuencia de mis hábitos y de mi forma de pensar y quiero cambiar eso, primero para salir del paso, pero principalmente para no volver a ello. Espero que todo siga avanzando y que resulte bien. Sino al menos, lo habré intentado.

Un buen consejo que medio un amigo con el que converso estos temas, es que siga adelante con esta iniciativa hasta que encuentre algo mejor. Creo es una buena forma de mirarlo, para no abrumarse pensando en que será para siempre, pero también tomando conciencia que es algo que se debe realizar sin parar.

Así inicia mi segundo día, con un poco más de sueño que el anterior, y con la dificultad de que me costó mucho más dormir, no tanto el inicio del sueño, sino que desperté muchas veces pensando que se me habían pasado las 5 AM y que había fallado, aún así, cada vez que desperté, lo hice con la convicción que no importando la hora, me iba a levantar igual, aunque me hubise atrasado. Afortunadamente, eso no pasó y cuando dieron las 5, yo aún estaba listo para no fallar en el inicio de mi segundo día.