El factor tiempo y la disciplina
Hoy tuvimos reunión de gestión en la oficina, de esas en las que el Jefe expone los resultados de cada uno y reclama por las bajas ventas, por el incumplimiento de metas, o por no ser los número uno de la empresa. Obviamente si uno lo llega a hacer bien, habrán un par de aplausos e inmediatamente una bajada de humos porque falta cualquier cosa.
Durante la reunión todos proponían ideas de mejoras, y por supuesto, la lista de cosas por hacer aumentaba a cada minuto. Que revisar el riesgo, el sobregiro, vender, llamar por fono, gestionar las campañas, etc etc... como si no tuviéramos nada que hacer.
Por ahí las personas que menos esperaba yo, salieron en mi defensa. Yo callé, y hasta creo que las traicioné al no apoyarlas, pero más que apoyar en una reunión me dieron ganas de apoyar con mi trabajo, así que espero hacerlo cada día mejor. No por el jefe ni por mí, sino más bien por la gente que quiero y por los que me apoyan.
El título de este post refleja algo que es cada vez más excazo. El tiempo... Nos piden tantas cosas, que si las hiciéramos todas seríamos secos, pero lamentablemente no tenemos tiempo. Lo mismo sucede con este blog muchas veces y en este minuto estoy prácticamente durmiendo mientras escribo. Es más, apenas termine me iré a dormir.
Quizás la disciplina sea lo que falte. Levantarse temprano no importando la hora a la que me haya acostado. Escribir igual a pesar del sueño, y no dejar para mañana o después el siguiente post. Cosas mínimas que requieren tiempo y mucha disciplina.
Un abrazo.
Durante la reunión todos proponían ideas de mejoras, y por supuesto, la lista de cosas por hacer aumentaba a cada minuto. Que revisar el riesgo, el sobregiro, vender, llamar por fono, gestionar las campañas, etc etc... como si no tuviéramos nada que hacer.
Por ahí las personas que menos esperaba yo, salieron en mi defensa. Yo callé, y hasta creo que las traicioné al no apoyarlas, pero más que apoyar en una reunión me dieron ganas de apoyar con mi trabajo, así que espero hacerlo cada día mejor. No por el jefe ni por mí, sino más bien por la gente que quiero y por los que me apoyan.
El título de este post refleja algo que es cada vez más excazo. El tiempo... Nos piden tantas cosas, que si las hiciéramos todas seríamos secos, pero lamentablemente no tenemos tiempo. Lo mismo sucede con este blog muchas veces y en este minuto estoy prácticamente durmiendo mientras escribo. Es más, apenas termine me iré a dormir.
Quizás la disciplina sea lo que falte. Levantarse temprano no importando la hora a la que me haya acostado. Escribir igual a pesar del sueño, y no dejar para mañana o después el siguiente post. Cosas mínimas que requieren tiempo y mucha disciplina.
Un abrazo.
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