Último día solo y se viene Marzo!
Increíble pero cierto: de todos los veranos en los que me había quedado solo en mi casa, nunca me había tocado lavar la ropa, o por lo menos hacer andar la máquina más de una vez.
Y la misión no era tan complicada, separé los colores, me preocupé de seleccionar agua caliente, y apreté donde dice INICIO. Luego colgar la ropa, y finalmente entrarla. Si la maquinita hasta pesa la ropa para determinar cuanta agua debe usar. Nice...
Luego vino la hora de cocinar: Esta vez el arroz no me podía quedar tan aguado como la última vez. Sí, porque el otro día lo dejé más de media hora a fuego lento y sobre tostador, pero nunca se evaporó el agua excesiva que le puse. Es que si voy a seguir las instrucciones, donde dice 2 tazas de arroz y 3 de agua... pero se me ocurre dividir las tazas de arroz para cocinar menos, también debería dividir las de agua!!! (pero se me olvidó)
Bueno, hoy no pesqué las instrucciones y le eché una taza de arroz, una taza de agua hirviendo y quedó casi perfecto: La próxima vez no le echaré tanto orégano como aliño. (Mi técnica para freir el arroz como si fuera una pizza está cada vez más cerca de la perfección.)
En todo caso hoy me gradué como freidor de huevos con honores. La clave es echarle harto aceite a la paila, y ocupar una cuchara sopera para esparcir el aceite caliente sobre la yema. No se pega, no se revienta y queda rico! (Casi le saco una foto pero era mucho.)
Finalmente soñé toda la semana con comprar una caja de leche blanca. Y digo blanca, porque cuando me enfrenté a la decisión de compra, opté por una leche con chocolate. Sin embargo hace pocos minutos, le contaba por teléfono a mi madre, que se me había acabado mi cajita de leche, y en un acto reflejo, como si le estuviera mostrando una prueba, abrí el refrigerador y mágicamente vi que habían 2 botellas de leche en vez de una, y por lo tanto era muy posible que una de las dos aún estuviera sellada!!!
Cuento corto, una de las botellas estaba totalmente sellada y vencía en 17 días más, así que me pude hacer un rico netscafé cool.
Y la misión no era tan complicada, separé los colores, me preocupé de seleccionar agua caliente, y apreté donde dice INICIO. Luego colgar la ropa, y finalmente entrarla. Si la maquinita hasta pesa la ropa para determinar cuanta agua debe usar. Nice...
Luego vino la hora de cocinar: Esta vez el arroz no me podía quedar tan aguado como la última vez. Sí, porque el otro día lo dejé más de media hora a fuego lento y sobre tostador, pero nunca se evaporó el agua excesiva que le puse. Es que si voy a seguir las instrucciones, donde dice 2 tazas de arroz y 3 de agua... pero se me ocurre dividir las tazas de arroz para cocinar menos, también debería dividir las de agua!!! (pero se me olvidó)
Bueno, hoy no pesqué las instrucciones y le eché una taza de arroz, una taza de agua hirviendo y quedó casi perfecto: La próxima vez no le echaré tanto orégano como aliño. (Mi técnica para freir el arroz como si fuera una pizza está cada vez más cerca de la perfección.)
En todo caso hoy me gradué como freidor de huevos con honores. La clave es echarle harto aceite a la paila, y ocupar una cuchara sopera para esparcir el aceite caliente sobre la yema. No se pega, no se revienta y queda rico! (Casi le saco una foto pero era mucho.)
Finalmente soñé toda la semana con comprar una caja de leche blanca. Y digo blanca, porque cuando me enfrenté a la decisión de compra, opté por una leche con chocolate. Sin embargo hace pocos minutos, le contaba por teléfono a mi madre, que se me había acabado mi cajita de leche, y en un acto reflejo, como si le estuviera mostrando una prueba, abrí el refrigerador y mágicamente vi que habían 2 botellas de leche en vez de una, y por lo tanto era muy posible que una de las dos aún estuviera sellada!!!
Cuento corto, una de las botellas estaba totalmente sellada y vencía en 17 días más, así que me pude hacer un rico netscafé cool.
Comentarios
O sea, agua hirviendo y un sobre de sopa en polvo y listo, a comer... y sin reclamar!
La verdad es que no tengo mucho tiempo y como es el último día, está bien. jaja
Demasiado bueno Nelson, de verdad que admiro la dedicación con que lo escribiste; refleja un acto digno de recibir la medalla al valor y al mérito!!!
Quedé encantada con el 'click' de la lavadora...
Hacendosos saludos!!
Elva*