Confused

Vuelven los fantasmas del pasado... esperaba micro en Plaza Italia cuando mágicamente aparece una niña bastante simpática a mi lado. No se de donde salió, pero ahí estaba... la miraba de reojo pero daba lo mismo total había cero opción de verla de nuevo o mucho rato más. Como siempre, tomaría cualquier micro y hasta nunca...

Veo un transantiago a lo lejos, con algunos asientos y no la pienso dos veces... Veo que la niña se pone delante mío y hace parar el bus. La experiencia me hace ubicarme justo en el lugar exacto donde el bus abre sus puertas por lo que me subo primero y voy al último asiento en un rincón. Ella sube después de mí y se sienta a mi lado.

Fue una hora algo incómoda donde apenas me atrevía a mirar hacia el lado donde iba. Mientras me sentaba otras minas me miraron coquetamente. Se está volviendo una costumbre que me me miren así cada vez que subo a la micro, me gusta a veces, me confunde otras tantas. No estoy acostumbrado.

Me bajo dos cuadras antes del final del recorrido. Ya han bajado casi todos menos ella y yo, y aún no se mueve de mi lado por lo que me veo obligado a pedirle permiso para bajar. Se mueve sin pescarme mucho, pero una vez que se va la micro veo que se da vuelta para mirar hacia donde iba caminando.

Una sensación extraña me acompaña, ¿la volveré a ver? seguramente no, y peor aún, si la veo no le hablaré nuevamente. Son los fantasmas de mi época escolar que vuelven una vez más. Y yo que pensé que estaba más grande pero sigo siendo el mismo inexperto de siempre.

Comentarios

amelche dijo…
Si te sirve de consuelo, no eres el único, Robert Redford cuenta algo así, pero en un tren, en la película "Una proposición indecente".
También me recuerda un poco a una canción de Ismael Serrano ("Recuerdo", del disco "La memoria de los peces") en que se encuentra a una chica (una mina, que dices tú) en el metro que le recuerda a una antigua novia, y no sabe si decirle algo o no. Al final se decide a acercarse y preguntarle: "¿Cómo estás?" y ella le responde que no lo conoce de nada, así que él vuelve a su asiento, avergonzado.
En fin, suerte la próxima vez.
Nelson Alvarez dijo…
jaja ta buena esa, me sube el ánimo compararme con Robert Redford... ahora me falta el millón de dólares jejeje
Iradya dijo…
Hay un cuentacuentos de "la casa en el aire" que contó una de esas historias.
Se trataba de un hombre que se subía al metro y todos los días veía una hermosa mujer en el carro, se miraban en silencio durante todo el recorrido hasta llegar a la estación Los Leones.
Ahí ella se bajaba y él quedaba estático porque tenía imanes en sus zapatos que evitaban que pudiera seguirla.
Un día, decidió seguirla para conversar o algo, pero justo esa vez ella no estaba en el carro y creo que nunca más la vio de nuevo.

^^
espero que la vuelvas a ver...

Bye!
Nelson Alvarez dijo…
jajaja que fuerte la historia del metro... yo creo que demás que me pasó eso alguna vez cuando estaba en el colegio...

La verdad es que no me urge verla de nuevo, no era para tanto, lo que me enredaba era la situación que se da a veces en que vez personas que te encanta como se ven y te preguntas qué será de sus vidas...

Es entrete todas las cosas que pasan por nuestra mente y que nadie conoce, y pensar que en ese mismo momento todos los demas también van pensando mil cosas y uno no tiene como adivinarlas.

Son los misterios de la mente... y de nuestros pensamientos.. a veces cuando hablamos no transmitimos lo que en verdad queremos comunicar... A veces al escribir, cambiamos de parecer a los pocos minutos después.

Saludos y feliz 2006!
amelche dijo…
Me alegro de que te haya gustado la comparación con Redford. :-) En cuanto al millón de dólares, poco a poco. No se tomó Zamora en una hora, tiempo al tiempo. Primero un dólar, luego dos, y así, poco a poco, tacita a tacita (que decía un anuncio de café hace años aquí en España) hasta el millón. ;-)

La verdad es que tienes razón, pensamos muchas cosas que los demás nunca llegan a saber, para bien o para mal. Y la comunicación es complicada, nunca sabemos si realmente nos hemos expresado bien o es que no nos han entendido bien, si de verdad hemos conseguido comunicarnos o no, aunque parezca que sí.
Y, cuando nos comunicamos con alguien que habla un idioma distinto, mucho más difícil. ¡A saber lo que pensarán en chino, japonés, italiano, inglés o lo que sea! Hasta los gestos, que parece que sean universales, son a veces muy diferentes.
Por cierto, ahora que hablo de japoneses, un blog muy bueno que se llama "Españoleando" y lo escribe una japonesa que vive en España: http://odiocallos.blogspot.com

Como se suele decir: feliz salida y entrada de año.
Iradya dijo…
^^
A veces no es necesario comunicar todo, quizá se mejor sólo lo justo y necesario. Ya que la mente a veces puede ser un poco conflictiva con la realidad.
Igual es entretenido especular y divagar acerca de lo que podría estar pensando el resto cuando están callados.

Bye!

Feliz fin de año!

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