Iniciando el hábito del club de las 5 AM: día 15, lunes

 Los hechos dicen más que las palabras y al final no me fui. Ayer me pidieron que me fuera de la casa y la verdad es que no tenía miedo pero tampoco tenía ganas de hacerlo así que me puse firme, mantuve la calma y recordé tantas jornadas de desencuentro que vi en mis padres cuando niño y que ellos siguen juntos, bien o mal, esa es otra historia, pero me hicieron pensar en que el matrimonio puede tener estas dificultades y hay que seguir adelante, superando las crisis y buscando mejorar si es que uno quiere seguir.

Por la tarde las cosas anduvieron mejor, y hoy al levantarme a las 5 AM me alegro de haberme levantado temprano ayer y de haber intentado mantener mi rutina y seguir entrenando mi disciplina durante el día. Tomé agua, y evité tomar bebidas con azúcar lográndolo con éxito. Incluso inicié con ejercicios de meditación que hoy continué y realicé un par de tareas que postergo habitualmente y la sensación de haber avanzado es agradable.

Claro que da sueño a veces, incluso dormí una pequeña siesta y dediqué algunos momentos del día a descansar o a mirar redes sociales. Total era domingo, y no era tan malo dedicar un ratito al ocio.

Una novedad. Ayer escuché un podcast donde el tema eran los beneficios del agua fría. Dicen que si te metes 12 minutos durante la semana, unos 2 minutos cada vez, habría un efecto de dopamina buena en el organismo que puede durar incluso un par de horas. La verdad es que hoy le puse bueno con el agua y fui sintiendo cómo quemaba mi cuerpo poco a poco, y cuando ya ha pasado casi una hora de eso, aún siento que algunas partes de mi cuerpo intentan ajustar su temperatura. No se si será bueno o malo, pero nuevamente volvemos a la sensación del pequeño logro, del primer triunfo del día y de que si podemos hacer esas pequeñas grandes cosas, podemos ir por más.

Faltan 51 días aún para poder dar por establecido el hábito de levantarse temprano. Luego ya debería ser algo más automático.